lunes, 21 de octubre de 2013

LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA



TEOREMA DE THOMAS.
Así dice el teorema: “Si las personas definen las situaciones como reales, estas son reales
 en sus consecuencias”.
Pongamos un ejemplo tonto: miente a un amigo diciéndole que otro ha hablado muy mal de él. Si no media una verificación, a ver quien es el guapo que distingue la situación generada en falso de aquella que se hubiera provocado en caso de ser cierto.
El teorema da base a la profecía autocumplida, definida por Robert King Merton como una predicción (errónea) que, al introducirse en un contexto, genera tales cambios que ella misma se convierte en causa real de lo que predecía (erróneamente). O sea, hablamos de una mentira (o falsedad) que se convierte en verdad solo por las consecuencias que genera. Pensemos 
en el típico ejemplo. Rumores falsos de que va a quebrar un banco sano (¿hay?). Los asustados clientes sacan su dinero en masa y el banco acaba quebrando.
El efecto Pigmalión evoca de algún modo la profecía autocumplida, pero en su cara amable y positiva. El profesor cree en el alumno y el alumno acaba actuando como el profesor cree que es. Aunque el experimento de Rosenthal y Jacobson se realizó con información falsa facilitada a los profesores (que creían que sus alumnos eran mejores de lo que eran, y estos acabaron siéndolo), creo que una revisión moderna permite su utilización como estrategia educativa, siempre que no sea un puro voluntarismo paternalista. Para que el efecto Pigmalión surta efecto, la confianza y las expectativas deben ser creíbles, no propias de Alicia en el País de las Maravillas. De hecho, pienso que el efecto Pigmalión se limita a veces a desbloquear capacidades y actitudes lastradas por algún motivo, del modo en que Miguel Ángel decía que, para esculpir, se limitaba a quitar la piedra que sobraba para llegar a la figura buscada.
Como el efecto Pigmalión suscita reticencias en algunos docentes, que lo tildan de voluntarismo inútil (cuando no objetan que no les pagan para resultar simpáticos), veamos posibles consecuencias prácticas de una estrategia que lo incluya en clase:
1. Incrementa la motivación del alumno (salvo casos recalcitrantes o expectativas fuera de contexto). El efecto de una mayor motivación es brutal se mire como se mire.
2. Permite una definición de objetivos más sólida y también más precisa, lo que orienta al alumno en su esfuerzo de mejora. (Se intuye la importancia de una definición precisa con un ejemplo muy simple: una actividad física como hacer abdominales, contando de 1 en adelante, hasta el agotamiento. Imaginemos que llegáis a 52 y ya es imposible seguir. Hacedlo otro día, pero al revés e incrementando el número: de 60 a 0. Comprobaréis cómo la cercanía del 0 os llevará de la mano al objetivo, solo por estar mejor definido)
3. Mejora su rendimiento, al producirse un mayor esfuerzo para responder a la mayor exigencia percibida (“El profesor espera más de mí, no le voy a defraudar”).
4. El éxito derivado de la mayor motivación y el rendimiento superior retroalimenta ambos procesos. Todos sabemos que la mayor motivación es el éxito.
5. Transfiere el locus de control de la conducta del alumno del profesor (externo) a él mismo (interno), como consecuencia del proceso de mejora y la autoconfianza que este genera. (“La causa de lo que me pasa no está fuera, está en mí: todo está en mi mano”).
6. Incrementa el sentido de la responsabilidad del alumno de forma notable.
7. Aumenta la integración en clase de los alumnos más descentrados (“No soy un marginado ni quiero serlo: el profesor confía en mí”).
8. El alumno se convierte en un modelo específico de mejora para otros alumnos, lo que requiere un adecuado tratamiento integrador por parte del profesor.
9. Hay probabilidades de que el caso genere cierto nivel de emulación por parte de los compañeros.
 Por si lo anterior no fuera suficiente, ¿en qué sale beneficiado personalmente el profesor Pigmalión?
1. Las mejoras de sus alumnos dan un sentido gratificante a su trabajo.
2. El éxito le hace sentirse un profesional más eficiente.
3. El éxito le permite compensar los disgustos propios del trabajo diario.
4. Aumentan considerablemente las posibilidades de una buena colaboración con los padres de los alumnos, habida cuenta de que crece su prestigio ante ellos.
5. En general, gana autoridad moral ante los alumnos y los padres.

¿Cuáles son las circunstancias en las que una estrategia Pigmalión es más necesaria?
1. Alumnos con serias alteraciones en su marcha académica o en su integración.
2. Alumnos con dificultades especiales en determinadas materias.
3. Alumnos con problemas generados por lo que podríamos llamar malas compañías. 
4. Preparación de acontecimientos especiales o particularmente desafiantes.
5. Movilización ocasional de grupos de alumnos con vistas a determinados objetivos.
6. Reequilibrio de autoconceptos individuales o grupales severamente degradados.

¿Cuáles son las principales dificultades con las que nos podemos tropezar?
1. Falta de colaboración u hostilidad manifiesta del alumno ante el profesor o su iniciativa.
2. Planteamiento desmedido en términos de expectativas exageradas.
3. Falta de sintonía entre alumno y profesor: se necesita un mínimo de relación emocional.
4. Falta de sintonía con los padres, lo que requiere una puesta en común, no siempre sencilla.
5. Falta de sintonía en la actuación de los principales amigos del alumno, lo que reduce las posibilidades de éxito.

Decía al principio que el ámbito de aplicación del efecto Pigmalión es universal. Y creo que generarlo requiere habilidad estratégica, capacidad perceptiva, empatía y bastante sutileza a la hora de conducir el proceso. Pero es una experiencia que, a uno u otro lado de la situación, todos hemos tenido ocasión de comprobar hasta qué punto es un hecho real.
No en vano, la tendencia a acomodarnos a lo que se espera de nosotros es una pauta evolutiva de los seres humanos. Y deberíamos intentar aprovecharla en clase, para lo cual, claro está, es imprescindible también que el alumno esté dispuesto a ello.
Fuente Carlos Arroyo, publicado en el diario El País.

Experimento Pigmalión en youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=vJd-59eNnos

Carlos Arroyo es profesor, escritor y columnista , tambien tiene un blog dedicado a ayudar a los estudiantes, aquí os dejo el enlace por si os interesa pasaros por él.

http://ayuda-al-estudiante.myshopify.com/